Como un estadio democraticamente ordenado que acoge a todas las notas , en teclas blancas y negras, todos los tonos presentes esperando turno de manifestarse al tacto del músico.
Así el piano puede ser; sutil como la brisa, romántico como una caricia, violento como un tsunami, o radiante como una novia. Todas las emociones caben en su majestad el piano.
No sé si mi casa tenga un espacio adecuado para tan respetable personaje.
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