. . . . . .R O L A N D A. . . . . .

...Y a mitad del sueño la tierra se sacudió violentamente , mas violentamente que en mis pesadillas, y por interminables 200 segundos, 8.8 grados Richter. Pensé que el planeta podría desintegrarse , minutos interminables. Y nosotros como aterrorizadas hormigas sobre la corteza terrestre absolutamente incompetentes, trastabillando en medio de la oscuridad, tratando de salvar con vida, huyendo hacia los cerros, temiendo que luego la gran ola invadiera todo, y se destruyera la ciudad. Pero nos salvamos, tiritando de miedo y con la garganta seca, sin agua disponible, teléfonos móviles que funcionaron al vigésimo intento y mas, horas interminables sin saber de nuestros hijos. Bajamos despues de 3 horas, al amanecer, para ser testigos del drama humano. Techos desplomados , grietas en las calles, edificios derrumbándose, y seguía temblando y yo tambien. El ambiente de holocausto se vivia cada paso y seguía temblando. Y luego supimos que el tsunami que las autoridades habían descartado golpeó duramente algunas ciudades en la costa , cientos de muertos y desaparecidos, los peces llegaron hasta las salas de clases, los barcos a las calles, los autos sobre los arboles. ciudades con aspecto de bombardeo y gente desolada. El terremoto pareció liberar malos y buenos instintos ;mientras unos trataban de ayudar a los demás en rápidas campañas solidarias, otros incomprensiblemente robaban, para qué?, cuando la posibilidad de perder la vida estaba en cualquier esquina?, extraña psicosis, saqueos de supermercados que incluyeron lavadoras de ropa y televisores y lo mas incomprensible, algunos ladrones con título profesional universitario. Y tan loco como eso, lo robado devuelto a las veredas 2 días despues...." de los arrepentidos es el reino de los cielos". En mi familia nos salvamos todos excepto uno, valiente papá que fue al encuentro de su hijo,pero no pudo llegar....el mar se lo llevó con auto incluido y varios dias despues se le encontró semisepultado en el lodo. Y aquí estamos, tratando de continuar la vida, mas convencidos que nunca que somos apenas un punto en el universo, dueños de nada , expuestos a todo. Pero es nuestro instinto es tratar de sobrevivir, reorganizarnos como el hormiguero roto, a pesar de no saber cuando pueda ser nuevamente destruido.